jueves, 12 de marzo de 2015

DE ENTRE LOS MUERTOS. PREMIOS Y OLVIDOS EN LA POESÍA DE JUAN VICENTE PIQUERAS

"... saben que el amor le debe su existencia 
a la gramática." 

En De entre los muertos, la película dirigida por Alfred Hitchcock (conocida también como Vértigo) y a pesar de lo que aparenta indicar su título, la protagonista (Kim Novak) nunca muere para volver del inframundo porque siempre estuvo viva, muy viva y alguien (en este caso Hitchcock) nos engañó haciéndonos creer que tras estar muerta había regresado al mundo de los mortales.

De entre los muertos (Vértigo) - 1958
 Pero esto a Hitchcock no sólo se le perdona, también se le agradece; no así que algunos hayan "matado" u olvidado (que puede –o no– ser lo mismo) al poeta Juan Vicente Piqueras (1960), ya que éste jamás ha estado en el hades (ni poético ni espiritual) pero como él mismo ha afirmado en varias ocasiones y reafirmándose tras concedérsele el Premio Loewe en el año 2012, nunca ha aparecido en las más de doscientas antologías de poesía en castellano de los últimos tiempos, algo que no sólo resulta extraño, también es hiriente e insultante, y me gustaría pensar que ha sido una "simple" sucesión (unas doscientas) de confusiones de editores y antologadores... puede ser, pero el estropicio es inmenso, la injusticia imperdonable, y la ceguera de éstos un dislate de auténtico premio para con uno de los grandes poetas de la actualidad y de largo el mejor de su generación.

Uno se pregunta si quizá este injustificable lance tenga relación con la independencia de Piqueras o al hecho de no arrimarse a ciertos poderes fácticos –no sé si será su caso–; o puede que a causa de las modas poéticas pasajeras, con esos extraños poetas mediáticos que escriban lo que escriban resultan  omnipresentes, que aparecen en los medios por abrir la boca y los antologan por decreto por muy poco y mal que escriban. Que Piqueras no haya aparecido en ninguna antología de nuestro país no significa que éste no "viva" y sobreviva en plena forma fuera de esas colecciones (por ende incompletas) y que además sea perfectamente reconocido y valorado por crítica y lectores de poesía como uno de los mejores poetas vivos de nuestro idioma.

En la poética de Piqueras va circunscrita una meridional línea geográfica, una brújula vital con un carcaj de versos que siempre apunta al sur: Roma, Atenas, Argel; mas siempre acude a su raíz primigenia, de la que todo surge y termina por inundar sus poemas: Los Duques (Requena). Y redunda en Aldea (dualidad como poemario y como fuente), un lugar en apariencia pequeño pero inmenso, tanto como una urbe infinita que latente rezuma su esencia en cada uno de sus poemarios; sus versos se elaboran desde lo minucioso, en la búsqueda de vocablos precisos, mediante versos de orfebrería y pasiones personales. 

Sólo sé lo que quiero si me pierdo.
Amo mi perdición. Cultivo ortigas.  
(...) 

CULTIVO ORTIGAS - J. V. Piqueras


Yo que tú (Manual de gramática y poesía), 2012
Sus poemarios han sido jalonados con diversos e importantes premios: José Hierro, Antonio Machado, Valencia de poesía, Crítica valenciana, Premio del Festival Internacional de Medellín, y el más reciente el Premio Loewe; pero a pesar de todo, de tanto galardón y de las más de doscientas tropelías cometidas hacia su poesía, Piqueras da la sensación de desear pasar de puntillas por todo, sin hacer más ruido que el tintineo de sus versos tras ser leídos. 

Y aún me pregunto: ¿dondé quedaron los ojos, las manos y las páginas que han obviado editores y antologadores? ¡Alfred, te echamos tanto de menos! 

Yo nací ayer y moriré mañana.
Lo mismo que tus ojos que hoy me leen.
Lo mismo que tus manos que acarician 
las páginas que somos,
el aire que seremos y que ahora la mueve.
(...)

FELIZ CUMPLEAÑOS - J. V. P.

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